A primera vista, en la escritura del naturalista británico y creador de la teoría de la evolución Charles Darwin, se advierte la presencia de un científico no sólo por la claridad y el orden en la página, sino también por el tamaño mediano, las formas semiangulosas, la presión firme y la grafía ligada.
La pasión y el orgullo que Darwin demuestra en su labor de ideas avanzadas para su tiempo, quedan reflejados a través de la escritura inclinada a la derecha, los finales largos, los sobrealzamientos en las mayúsculas, especialmente en la inicial del nombre de pila, las barras altas y largas de la “t” y la firma mayor que el texto.
Parámetros como la grafía ordenada, clara, regular, rectilínea, decreciente, ponderada, firme, ligada, barras de la “t” y finales acerados, y sin omisión de signos accesorios, revelan perse-verancia y grandes dotes de observación, ambos imprescin-dibles en su innovador y trascendental descubrimiento.
Se detectan, asimismo, un alto grado de perspicacia y deducción, reflejados principalmente en la escritura ligada y decreciente, y en los finales y barras de la “t” acerados.
En la firma destaca por encima de todo el sobrealzamiento de sus iniciales.
La unión de aspectos y rasgos, como la holgura de los espacios internos, las mayúsculas sobrealzadas e iniciadas en la zona superior, los óvalos estrechos y los puntos altos y muy avanzados, verifica que su principal mecanismo de defensa es la intelectualización.
La mente psicodinámica en la firma
Maria Josep Claret / Montserrat Edo
No hay comentarios:
Publicar un comentario