Con la escritura manual se activan las redes cerebrales esti-mulando, entre otros aspectos, la capacidad de comprensión, el razonamiento, la retención de datos y la facultad creativa. Y es que al escribir sobre el papel, se produce una reacción cerebral donde se coordinan los procesos motrices, cognitivos y neuromusculares. Como señala la Catedrática en Psicología V. Berninger, en la escritura "utilizamos partes motrices de nuestro cerebro, como planificación y control, pero la más importante es una región cerebral en la que coinciden la visión y el lenguaje. Es lo que se conoce como el giro fusiforme, donde los estímulos visuales se convierten en letras y palabras escritas".
Ante dichas afirmaciones, es com-prensible que a la escritura manual se le otorgue un valor de fehaciente importancia, sobre todo en la edad escolar, donde el niño se encuentra en pleno desarrollo. Y también cabe señalar y apreciar el esfuerzo de muchos profesionales que elabo-ran, altruistamente, campañas a favor de su práctica, como es el "Proyecto Arlequín".
Dicho esto vamos a enfocar el tema que nos ocupa hoy, que no es otro que hablar de esta estupenda obra dedicada a la grafología infantil, que han creado mis colegas Javier Serracant y Mª Josep Claret, ambos miembros destacados de la asociación grafológica A.R.G.A.
Este libro, titulado "Manual de Grafología Infantil Conducta y déficits en la escritura", nos aporta interesantes y concluyentes puntos de vista dentro de este sector de la grafología, ya que los autores desarrollan a través de un estudio de campo diversas escalas de valoración gráfica, que resultan necesarias para el análisis de la escritura infantil. Ya que como es sabido, gracias al estudio de los rasgos gráficos podemos reconocer las características más predominantes de la personalidad o el carácter del niño y, como no, prevenir los posibles trastornos y corregir, en la medida de lo posible, las problemáticas lecto-escriturales.
No solo nos ofrecen esta información, que bajo mi parecer es valiosa, sino que nos muestran temas tan formativos, como la zurdería, los déficits, los síndromes y los temperamentos infantiles. Todos estos contenidos, expuestos de forma muy didáctica, resultan de gran utilidad a grafólogos, maestros, psicólogos, pedagogos y demás profesionales de estas humanidades.
Por último, me queda por señalar que es una obra que no puede faltar en la biblioteca del grafólogo.
Montserrat Edo
No hay comentarios:
Publicar un comentario