Corría el año 1880 cuando un equipo de eruditos formado por el antropólogo y médico italiano Cesare Lombroso y sus dis-cípulos Enrico Ferri y Raffaele Garofalo, representantes del denominado positivismo criminológico o la Nuova Scuola, opuesta a la Scuola Classica de Rossi e Carrara, fundaron en Turín la revista "Archivio di psichiatria, antropologia criminale e scienze penali per servire allo studio dell’uomo alienato e delinquente".
Lombroso, doctorado en Psiquiatría y Medicina Legal, seguidor de los postulados de Darwin, está considerado el creador de los estudios criminológico-clínicos sistemáticos, así como de la antropología criminal por sus aportaciones históricas, aunque en la actualidad estén más que superadas.
A pesar de no ser su ámbito científico predilecto, la base de la búsqueda de la grafología por parte de Lombroso fue la relación del estudio de la escritura con la psicología, la psiquiatría y la antropología criminal, especialmente en los casos de enfermedad mental. En 1895 publicó su única obra en este ámbito, Grafologia, donde además de unas correctas reseñas históricas, se tratan en una primera parte el grafismo del hombre “normal” (carac-teres en signos generales, particulares y resultantes, inter-pretación de signos individuales, estudio de la rúbrica y cualidades de los individuos), y en la segunda parte, la escritura de los individuos “anormales”: enfermos, locos, genios y delincuentes.
Además de Grafología, Lombroso publicó obras, como: Genio e follia (1972), L'uomo delinquente (1876), Trattato antropologico sperimentale
dell’uomo delinquente(1876), L'uomo delinquente in rapporto all'antropologia, alla giurisprudenza ed alla psichia-tria (1897) y La donna delinquente, la prostituta e la donna nor-male (1908).